Esquinas de amores, sustos y otras pasiones

(Un concepto urbano ligado a la memoria, el barrio y los encuentros) Por Reinaldo Spitaletta Puede ser una especie de atrevimiento decir que cada uno tiene una esquina imprescindible, una confluencia urbana de calles que ha dejado una estela de emociones, o quizá de recuerdos diversos en la quebradiza memoria. Hay, para ir entrando enSigue leyendo «Esquinas de amores, sustos y otras pasiones»

LA LOQUÍSIMA CALLE BARBACOAS Y OTROS ENTREVEROS

(Un paso por el infierno urbano del Bronx y por algunas ruinas medellinenses) Por Reinaldo Spitaletta Mañana brillante, con bandadas de palomas en rebusque, la fuente sin agua, y a los lados de las puertas de la Catedral, plastas de excrementos humanos. Se oye el garrir de loras, pocos visitantes en el parque Bolívar, hay,Sigue leyendo «LA LOQUÍSIMA CALLE BARBACOAS Y OTROS ENTREVEROS»

Prado, más allá de zombis y fantasmas

(Qué le deparará el “destino” al único barrio patrimonial de Medellín) Por Reinaldo Spitaletta Según como el barrio va, se ha creído que podrían tumbarlo. Echarlo a pique, arrasarlo a pico y pala, o tal vez con dinamita, y por qué no, volarlo todo, ya que ninguna administración reciente se ha puesto seria con unSigue leyendo «Prado, más allá de zombis y fantasmas»

CORAZÓN DE JESÚS, UNO FEO Y OTRO EN PEDAZOS

(Recuerdos de una efectiva pedrada y otras presencias neogóticas) Por Reinaldo Spitaletta El único cuadro del sagrado Corazón de Jesús que hubo en casa, hace ya años mil, lo hizo astillas una piedra que entró por el ventanal de la sala y fue directo a la imagen. Mamá, que lo tenía más como parte deSigue leyendo «CORAZÓN DE JESÚS, UNO FEO Y OTRO EN PEDAZOS»

Los recuerdos a veces viajan en bus

(Días de pasajeros apretujados, despelotes y tumultos a la subida, y humos de cigarrillo) Por Reinaldo Spitaletta Seguro sigue siendo una suerte de martirio montar en bus urbano, con tantas informalidades reguetoneras y de hip hop urgente, o por la condición “chatarruda” de tantos vehículos, y por otras circunstancias no menos penosas, pero en díasSigue leyendo «Los recuerdos a veces viajan en bus»

La Calle del calzoncillo

Por Reinaldo Spitaletta Cuando a los viejos calzoncillos “areneros” (de mangas largas, que poco a poco fueron ascendiendo hasta más arriba de la rodilla) los reemplazaron las tangas y los bikinis, es posible que ya una curiosa calle de Medellín, la denominada Calle del Calzoncillo, en rigor urbano formada por el cruce de tres vías,Sigue leyendo «La Calle del calzoncillo»

Los poetas malditos de Ligia Sierra

Por Reinaldo Spitaletta Hubo un tiempo en Medellín, cuando había nueve zonas de tolerancia, en que todo un sector que tomó el nombre de una calle (la 71 o Lovaina) se erigió como un lugar de placer, fiesta y sensualidad. Se gozaba con lo prohibido por el canon eclesiástico. Lovaina, en efecto, era un lugarSigue leyendo «Los poetas malditos de Ligia Sierra»

El imponente farol de la Gardeliana

(Un recuerdo de Leonardo Nieto, fundador de la Casa Gardeliana de Medellín) Por Reinaldo Spitaletta El farol pertenece a un tiempo de penumbras, de callejones improbables, de esquinas sombrías en días muy viejos. Dicen que no hay nostalgia con los faroles que pueda ser de lugares de clase alta. Son parcas luminosidades que solo seSigue leyendo «El imponente farol de la Gardeliana»

Centro muerto, centro podrido

(Crónica sobre cinco señoras y un programa radial acerca del Centro de Medellín) Por Reinaldo Spitaletta Las cinco señoras, muy bien puestas, se encontraron conmigo en una cafetería rodeada de jardines en un centro cultural de Medellín. Querían conversar en torno a un programa radial cuyo contenido titulamos “Medellín y sus dos ejes”, haciendo unaSigue leyendo «Centro muerto, centro podrido»

Un afiche de película y los teatros muertos

(Extrañas coincidencias: El Portero de Noche y una surreal aparición Cavani-Wertmüller-Bertolucci) Por Reinaldo Spitaletta Me enviaron, por casualidad, o no sé por qué, al whatsapp, un afiche del filme El portero de noche, de Liliana Cavani, y me devolví muchos años atrás hasta el Teatro Libia, cercano al parque Bolívar, donde vi esa película tremendaSigue leyendo «Un afiche de película y los teatros muertos»

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